Aniquilar el desempleo: un desafío legislativo local
La tasa de desocupación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) ha sido un indicador clave del dinamismo económico urbano en los últimos años. Comparada con la tasa nacional, la de la CABA suele ser más baja debido a la mayor concentración de capital, empresas y servicios. Según datos más proporcionados por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, la tasa de desocupación en CABA se ubicó en torno al 6,5% durante el último trimestre, mientras que a nivel nacional alcanzó el 9,6%.
No obstante, el hecho de que Buenos Aires tenga una tasa de desocupación inferior al promedio nacional no significa que no existan desafíos económicos que requieren atención. Las diferencias entre CABA y el resto del país son, en parte, estructurales, pero también responden a políticas locales que han permitido mantener un dinamismo económico mayor. Sin embargo, la globalización y la apertura económica nacional han tenido efectos mixtos en la ciudad. Por un lado, han permitido la entrada de capital extranjero y la instalación de franquicias internacionales que crean empleos en sectores como el retail y la gastronomía. Por otro lado, la competencia de productos importados y la integración de mercados globales han afectado a pequeñas y medianas empresas locales, que luchan por adaptarse a las nuevas realidades de comercialización.
En este contexto, es necesario que desde el ámbito legislativo se promuevan proyectos que fortalezcan las capacidades locales, fomenten la creación de empleo y aprovechen las oportunidades que ofrece la economía urbana en combinación con la apertura económica.
Al fomentarse el desarrollo de cadenas de comercialización locales fortalecidas por la tecnología, se debe incentivar la creación de centros logísticos urbanos que integren las últimas tecnologías para mejorar la distribución de bienes y servicios en la ciudad. Esto podría lograrse mediante beneficios fiscales a empresas que inviertan en automatización y logística de alcance urbano, lo que no solo aumentaría la eficiencia, sino también generaría empleos en sectores técnicos y de soporte.
En lugar de depender exclusivamente de franquicias internacionales, se podría promover la creación de redes de franquicias basadas en productos argentinos. Esto no solo fortalecería la cadena de valor local, sino que además permitiría la generación de empleos en producción, comercialización y servicios asociados.
La nueva legislación debiera apoyar el desarrollo de centros tecnológicos de asistencia a cadenas de comercialización: La creación de hubs tecnológicos que ofrezcan soporte a las nuevas formas de comercio, como el comercio electrónico y las plataformas de delivery, podría ser una vía eficaz para generar empleo de alta calificación. Estos centros servirían para capacitar a los trabajadores en tecnologías emergentes, mejorar los servicios logísticos y de atención al cliente, y asegurar inserción laboral en la economía digital.
Proyectos de fomento al emprendedurismo digital, dado el auge de la economía digital, sería pertinente fomentando legislaciones que apoyen a los emprendedores locales a desarrollar sus plataformas y negocios en línea, brindando financiamiento y capacitación en áreas claves como la ciberseguridad, la gestión de datos y la logística digital.
Si estas medidas se implementaran en un plazo corto, podrían tener efectos significativos sobre el desempleo. A modo de proyección, si consideramos que la tasa actual de desocupación en la ciudad es del 6,5%, una inversión significativa en estos sectores tecnológicos y de comercialización podría reducir la desocupación en alrededor de 1,5 a 2 puntos porcentuales en los próximos dos años. Esto implicaría la creación de entre 50,000 y 70,000 empleos directos e indirectos, teniendo en cuenta la demanda de mano de obra en los sectores de logística, tecnología y comercio que surgirían de estas políticas.
Sin embargo, para revertir de manera integral la desocupación en Buenos Aires, se necesita también una visión a largo plazo que integre la ciudad con las dinámicas nacionales y globales. La entrada de franquicias internacionales ha demostrado ser una fuente de empleo a corto plazo, pero el verdadero desafío es cómo aprovechar esas inversiones para generar un efecto multiplicador en la economía local. Aquí es donde entra el rol crucial de los centros tecnológicos de asistencia: capacitar a la fuerza laboral local en tecnologías avanzadas para garantizar que puedan competir en un mercado cada vez más globalizado.
Si se implementaran las políticas propuestas, podríamos proyectar una reducción del desempleo significativa en un período de 5 a 7 años. Este cálculo tiene en cuenta la capacidad de absorción del mercado laboral local, las tendencias de crecimiento en sectores clave como la tecnología y el comercio, y el impacto multiplicador que tendría una mayor integración de la economía urbana con las nuevas cadenas de comercialización.
Reitero que Buenos Aires tiene una ventaja comparativa en el contexto nacional gracias a su estructura económica, pero el desafío de reducir la desocupación requiere un enfoque estratégico legislativo que combine tecnología, incentivos fiscales y un mayor impulso a la economía local. Solo así se logrará no solo reducir el desempleo, sino también asegurar que la ciudad siga siendo un motor de crecimiento para el país en su conjunto.
Jorge Giorno fue Diputado en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires en dos oportunidades, fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), actualmente preside el Partido de las Ciudades en Acción y es Director General de Asuntos Federales del Gobierno de la Ciudad.